domingo, 1 de diciembre de 2013

El Diario de la Reina de los Vampiros (Capitulo 2)

Bueno, ya es domingo asi que os dejo el siguiente capitulo del diario de la reina de los vampiros!! (Por favor comentad y suscribiros)!!


El Diario de la Reina de los Vampiros

Capítulo 2: La humana perfecta




2 de Diciembre 1990:…
Querido diario:
¡Qué día! Apenas y puedo respirar de tantas cosas que hice hoy. Me divertí mucho, es genial ser libre y soltera, por no decir extremadamente joven y bella…jajaja ok, quizá me estoy portando un tanto narcisista, pero es que tener dieciséis años es lo mejor que le puede pasar a alguien.
¿Quieres saber todo lo que hice hoy?
Papá me compró un bonito vestido azul…una verdadera hermosura de vestido, y me tomaron una foto, me molesté un poco porque me agarraron comiendo fresas.
Luego salí con Katherine, me regañaron al llegar a casa porque…jejeje…me rió tan solo de acordarme. Robamos en una tienda de vestidos unos zapatos para Kathy, y salimos disparadas, seguidas por unos guardias que por ahí andaban, papá se enojó muchísimo…de hecho Jajaja, era "Inapropiado para una de las hijas de los mayores y uno de los más importantes del pueblo" pero ¿A mí que más me da?
Luego de eso, mamá me curó las rodillas porque tropecé un par de veces. Lo único malo fue que mi vestido quedó roto. Oh bueno. Esperó conseguir uno igual.
Papá me castigó. Típico de él. Prefiere casar a su hija con un tipo que ni conozco a que la vea feliz, por eso debo aprovechar todo el tiempo que pueda.
Mamá dice que en unos días conoceré al que desposaré ¿No te parece raro? Lo más seguro es que se harté de mí, y esperó que así sea.
Después de escuchar el laaaaaargo discurso de papá, me fui a mi cuarto castigada…pero ¡Por favor! Conociéndome debió saber que me escaparía, y así fue.
Katherine también se escapó de su hogar y llevó a varios de sus amigos y me escapé por el balcón, nadie se dio cuenta y salimos corriendo directo a una fiesta que había en el pueblo.
No me importó llevar uno de mis caros vestidos color ámbar. La fiesta, como muchas en el pueblo eran pobres, pero geniales y divertidas.
Nada mejor que borrachos y bonitas mujeres danzando con música alegre, nada que ver con la fiesta de compromiso que planeaban mis padres con alguien a quien yo no conocía.
Una buena mujer me dijo que me cambiara, que a juzgar de mí caro vestido la seguridad se enteraría que era yo, una de las hijas de uno de los hombres más ricos del pueblo. Yo accedí y me cambié por otro vestido menos llamativo, triste a diferencia de mis otros vestidos pero perfecto para mí. Por alguna razón me siguen gustando los colores oscuros, la noche y…visito el panteón con frecuencia, tal vez porque así tengo el contacto más cercano con los seres que amé y que ya se han ido.
Como sea, bailé tanto que me duelen los pies, y mis amigos insistieron que cantara una canción que había compuesto.
A papá no le gusta que haga eso. Dice que el piano y la composición son inapropiados para una jovencita de dieciséis años, y más si tocas el piano de manera tan rápida y alocada como yo. Los compositores de ahorita son A-B-U-R-R-I-D-O-S. Las notas van o muy lentas o muy acompasadas, francamente me duermo con cada pieza que tocan. Por eso prefiero hacer las mías, y al cantarle eso a la gente de ahí, les gustó tanto que me pidieron más y más…incluso también me arde la garganta.
Pero no te he contado lo más importante.
Conocí a un chico. Era tan divertido y espontáneo que no me resistí. Su piel era blanca, como la porcelana, su cabello era rubio como bañados en rayos de sol y sus ojo… ah sus ojos eran azules como el mismo a mar, incluso más que los míos. Era demasiado apuesto y de buen porte, y eso que llevaba un traje, que mi papá más bien lo llamaría "harapos".
Ese si es un chico para mí. No un completo desconocido con quien ni me enviaba cartas.
Ese chico era real, me hacía sentir viva y con la aventura explotando. Según él, quería recorrer Ooo en busca de aventuras, quería conocer y combatir todo lo que se le pusiera enfrente, pero la economía no se lo permitía.
Es increíble que mientras vivo en una mansión enorme, otros vivían en pequeñas chozas que ni le pueden hacer frete a una simple ventisca. Pero me pidió que no sintiera lastima por él, al contrario, me pidió que bailáramos al ritmo de la movida y alegre música y que nos conociéramos aún más. Yo le conté toda mi vida, porque por alguna razón me sentí muy a gusto con él ¿Amor a primera vista? A lo mejor. Pero de que ese chico me hechizó, me hechizó. Me dijo que usualmente, cuando trabajaba, usaba un gorrito de oso blanco a fin de proteger su cabello tan radiante, pero como se sentía libre esa noche se lo quitó. Jajajaja….raro ¿No?
Como sea, me llegó la noticia de que papá se preguntaba dónde estaba, así que cogí mi ropa y corrí de vuelta a casa, antes que eso el muchacho me dio su nombre y me dijo donde vivía. Jejeje, es un nombre raro para un muchacho ¿eh?
¿Quieres saber su nombre?
Bueno, se llama Finn…"
-¿¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ!- soltaron Finn y Jake al mismo tiempo, y de nuevo se le resbaló el diario a Finn de las manos.
La respiración de Finn se agitó como loca, y le costó trabajo creer que el chico del que Marceline se enamoró fuera él.
-¡No, no, no, no, no, no!- negó Finn con la cabeza fuertemente- ¡No puede referirse a mí!-
-Pero es que se te menciona exactamente igual. Incluso menciona ese complejo de tu cabello- mencionó Jake.
-¡No es ningún complejo!- exclamó Finn agitando los brazos- Pero sea como sea, en la forma en la que Marceline lo describe…puede ser-
-Pero…eso no sería posible- dijo Jake dándose cuenta en la fecha de la foto y de la página, y Finn también se dio cuenta de esto.
-Cierto, porque yo no viví en ese entonces. No sería posible- repitió el otro, rascándose la cabeza.
-De hecho, Finn, a como escribió Marcy, se nota que no ha cambiado mucho- volvió a señalar Jake.
Y era cierto. Desde un principio, la relación con Marceline y su padre ya estaba tensa, incluso antes de "haberse comido sus papas". Era rebelde desde un principio y le gustaba la música movida (de seguro porque en ese entonces aun no existía el rock), era humilde y divertida…
…Ahora que Finn lo pensaba Marceline no se creía más que los demás. La Princesa de Dulce tenía un gran palacio y ropajes rosas hermosos, y la reina Bultos siempre llevaba una corona en la cabeza, entonces ¿Por qué Marceline no actuaba igual? Ella simplemente vivía en una cueva y de lo único que necesitaba era su bajo rojo cereza y su amplificador para poder existir…solo eso.
Seguía teniendo un gusto imprescindible por el color rojo y…su ropa oscura y tétrica…incluso se mencionaba que le gustaban los cementerios.
-Suficiente- dijo Finn- No creo que quiera seguir leyendo esto-
-Espera Finn, andaaaaa…-suplico Jake, con un brillo en los ojos- Aun no sabemos cómo se volvió vampiresa, andaaa, solo dos páginas más…-
-¡No, Jake!- dijo Finn, con el ceño fruncido- No quiero ser estrangulado por Marceline, además…esto me inquieta-
-¡Por favor!-
-¡He dicho que no!- volvió a increpar Finn, dejándole el diario en las manos a Jake. Se levantó del suelo y caminó hacia la cocina por unas cerezas.
-Ah…veo que después de todo, sigues siendo un cobarde- volvió a decir Jake, tentadoramente.
Como cinta en retroceso Finn volvió a su lado y le arrebató el diario de las manos.
-¡Trae acá!-
Había caído de nuevo…
"…lindo nombre ¿no?
Afortunadamente, regresé a casa antes de que mis padres se dieran cuenta de que no estaba.
Iré a buscarlo tan pronto como me pueda escapar de mis lecciones de "damisela preocupada". En serio, no sé porque mamá y papá insisten tanto.
Bueno, me voy a dormir, tal vez mañana le juegue una broma a Katherine.
Marceline."
----------------------------------------------------------------------------------------
"3 de Diciembre, 1900
¡Mierda! ¡Hoy fue el mejor y el peor día de mi vida!
Comenzó bien, y lo prometido es deuda. Le jugué una broma a Katy acerca de un muchacho que conoció en la fiesta de ayer… ¡Ja, ja! Casi me agarra a palos.
En fin, me escabullí lo mejor que pude y logré escapar directo al huerto de calabazas donde Finn dijo que vivía, y cuando llegué me entristecí mucho.
La pobreza en aquella zona era atroz, tanto que no tengo palabras para explicarlo. Estoy segura de que uno de mis vestidos cuesta más que una de sus casas, pero la pobreza no afecta el ánimo y el buen ambiente de esa pequeña aldea de campesinos. Y con una gran sonrisa me indicaron donde vivía Finn.
Fue fácil encontrarlo, y aunque no tuvo mucho que ofrecerme, salvo dulces de calabaza de su huerta (que por cierto, comí y comí :D  no me tachen de tragona pero sentía que el vestido ya no me hacía) la pasamos excelente.
Tiene un perro muy gracioso, se llama Jake…"
-¿¡ESTAS JUGANDO!- soltó Jake de repente, sobresaltado de ver su nombre en el diario de Marceline como el de Finn, quien también estaba muy sorprendido.
-Espera…hay que seguir leyendo- dijo Finn, intrigado.
-¡No, no, no! ¡No sé si quiera seguir escuchando!- dijo Jake, negando con la cabeza.
-Viejo, tu quisiste continuar y me manipulaste para ello- dijo Finn molesto- Y si no continuamos, ¡lo lamentarás!-
Jake bufó molesto, pero sabía que era lo justo, así que de nuevo se sentó al lado de Finn y siguieron leyendo.
"…el animal esta algo zafado, pero cae bien.
Finn me llevó por los cultivos y…arruiné mi vestido. Pero valió la pena.
¿Sabías que tiene una espada oculta? Nunca había visto un arma tan de cerca, pero aun así era genial y majestuosa, sus ojos brillaron sobre el metal cuando la sacó. No vi rostro más bonito. Me dijo que su pasión eran las peleas, y que algún día esperaba que se volviera caballero para que, nuevamente, viviera las aventuras que quería.
Igual, él me preguntó sobre mis pasiones y deseos, y fui franca con él. Le dije que mi mayor deseo era que algún día pudiese escapar de mi hogar, de olvidarme de las restricciones de papá o de las sobreprotecciones de mamá y crear gran música, cantar, componer y quería…tocar la guitarra.
Eso fue suficiente para que nos entretuviéramos durante un buen rato y...bueno, me dijo que, por alguna extraña razón, me había vuelto muy importante para él…y yo le respondí lo mismo.
Nos íbamos a besar. Nunca sentí ese calor en mi cuerpo o sentir el roce de los labios de alguien tan cerca de los míos…pero incluso el momento más perfecto puede llegar a ser arruinado.
El hombre que me llevó a escondidas en una carroza a los cultivo de calabaza, recibió noticias de que mi padre me andaba buscando…y la verdad es que salí corriendo. Pero le prometí a Finn que volvería a verlo tan pronto como tuviera lo oportunidad.
No tuve la misma suerte que la noche anterior. Papá me estaba esperando, sentado y frío como siempre. Me regañó por haber estado afuera todo el día y haber arruinado mi vestido con lo que él llamaría "juegos adolescentes", tuve que mentir y decirle que había estado con Kathy, pero en realidad había ido mucho más allá. La mentira fue suficiente como para salvarme y al chofer.
Pero me dijo que no solo quería que volviera casa por seguridad. Me tenía una noticia.
Y vaya que la noticia que me cayó como balde de agua helada.
Mañana vendrían mi "prometido" y su padre. Al fin conocería al extraño que tomaría mi mano sin mi consentimiento.
Le repliqué que había alguien más, pero papá me tomó el pelo y luego me ignoró por completo. Me dijo que me casaría, como él y mamá, para mantener la "tradición familiar". No entendía por qué, y no le podía decir que me había enamorado de un campesino ¡Eso jamás lo permitiría!
Me dijo que era por el bien del chico y de mí. Porque estaba consciente que no podía tomar mi mano así nada más. Teníamos que conocernos, y hacer una simulación de lo que sería nuestro…matrimonio.
Mi piel se raspa tan solo de pensar que en unas semanas, tal vez, no veré de nuevo a Finn. Ya no me importaba el hecho de casarme solamente, sino también el hecho de lastimarlo después de todo lo que habíamos pasado.
¿Suena tonto, no? Solo nos conocemos de un día y ya es especial para mí.
Supongo que es a lo que mi abuela le hubiese llamado "Verdadero Amor".
Pero tengo un plan. Si me portó lo suficientemente mal con mi "prometido", le dirá a papá que se olvidé del compromiso, así no me casaré con él, y en el mejor de los casos, papá se podría terminar enojando tanto como para correrme de la casa.
Entonces tal vez Finn y yo podríamos estar juntos.
¿Qué te parece?
En fin, me voy a dormir. Mañana iniciará una nueva misión para mí.
¡Oh! Casi lo olvido. No te dije el nombre de mi prometido, que por cierto papá ya me lo dio. Lo curioso es que tenemos el mismo apellido. Tendré que investigarlo después.
El nombre de este es…

Marshall Lee.

hasta aqui!! el proximo domingo pondré la siguiente parte!!! 
(si os gusta, comentad)

No hay comentarios:

Publicar un comentario